La ingeniería inversa se basa en algo tan sencillo que parece un juego de niños: desmontar algo y volverlo a montar para ver cómo funciona. Pero, ¿es esta técnica válida para cualquier tipo de objeto o software? ¿Es posible emplearla en la construcción? A continuación, explicamos el funcionamiento y las aplicaciones de esta nueva forma de ingeniería.
La ingeniería inversa es un proceso mediante el cual se observa cómo está construido y cómo funciona un objeto, proceso, programa o sistema con la intención de mejorarlo o duplicarlo. La observación se puede basar en aspectos muy diversos, como averiguar cuáles son sus componentes, cómo estos interactúan entre sí o cómo se fabricó el producto.
Este tipo de ingeniería inversa se ocupa de todos los objetos físicos tales como componentes electrónicos, máquinas, dispositivos, etc. Muchas veces este proceso es iterativo y es necesario llevar a cabo varias modificaciones del diseño original. Como se puede ver, este tipo de ingeniería puede ser una buena herramienta para averiguar las dimensiones de objetos hechos manualmente o de formas libres.
Así, sus aplicaciones son:
– Creación de nuevos modelos a partir de los existentes que han quedado obsoletos.
– Producción en serie de un producto cuando no se tienen datos del modelo.
– Reconstrucción y modelado de superficies complejas.
– Modelado CAD en 3D.
– Comparaciones con el mercado (benchmarking).
– Reproducción de dispositivos o herramientas afectados por el desgaste.
Aunque en su origen, durante la Segunda Guerra Mundial, la ingeniería inversa se aplicó en tecnología armamentística, observando las máquinas o el hardware del enemigo para crear otros más potentes, en la actualidad se utiliza para fines más variados, tanto en la creación de software como de hardware.
También puede servir para averiguar si se infringe alguna patente, desarrollar programas compatibles con otros ya existentes o comprobar que un programa informático no tiene brechas de seguridad. Entre otros muchos usos.
Además de para crear software y hardware, la ingeniería inversa también se puede utilizar en construcción, para la reproducción de imágenes en 3D de piezas ya fabricadas cuando no se cuenta con un plano.
Esto tiene importantes usos para la construcción, ya que permite:
La ingeniería inversa puede tener multitud de usos y aplicaciones, pero como se puede observar, su utilización en la construcción y arquitectura supone un gran avance en este sector.