Llevar a cabo un correcto mantenimiento de una estructura metálica es fundamental para alargar su vida útil y prevenir fallas o daños. A pesar de que las estructuras metálicas ofrecen gran resistencia y flexibilidad, razón por la que se utilizan tanto en obra civil, también son propensas a sufrir desgates debido a condiciones externas o usos y esfuerzos no debidos, algo que puede derivar en la manifestación de patologías que pueden afectar a su durabilidad.
El paso de mantenimiento de una estructura metálica más básico es la inspección. Se recomienda realizar una inspección dos veces al año y también siempre que se lleve a cabo algún trabajo de renovación, construcción adicional o después de la acción intensa de un evento climático. Lo ideal es establecer un programa de mantenimiento regular. La mejor forma de garantizar el mantenimiento y la durabilidad de las estructuras metálicas es a través de ensayos no destructivos como los siguientes.
La inspección por tintas de penetración es un procedimiento de tipo físico-químico que permite detectar y evaluar posibles discontinuidades presentes en la superficie de la estructura metálica. Con este ensayo se pueden analizar grietas, costuras, porosidades…y se puede aplicar en todo tipo de aleaciones metálicas: fundiciones de acero, aluminio, titanio, etc…
Los tintes penetrantes utilizados se filtran a través de las discontinuidades que presentan las infraestructuras basándose en la acción capilar. Existen varios tipos de líquidos penetrantes y desde el punto de vista del color pueden ser visibles a la luz natural o fluorescentes (se requiere una lámpara de luz ultravioleta para examinar las muestras).
Estructuras metálicas como tanques, tolvas y silos son muy propensos a sufrir corrosión, una patología que muchas veces no es posible detectar a través de inspecciones visuales. Los ensayos por ultrasonidos son un método no destructivo muy eficaz para realizar inspecciones y sirve principalmente para detectar la presencia de posibles discontinuidades tanto superficiales como interiores.
Para ello se utiliza la reflexión de las ondas acústicas con el fin de observar su comportamiento. De esta forma se podrá identificar la presencia o no de las posibles discontinuidades, así como su ubicación exacta. Aunque el método más tradicional de ensayo por ultrasonido es el uso de un transductor de mano o palpador, en el mercado existen equipos de ultrasonido más avanzados que emplean el método pulso-eco o Phased Array.
Los ensayos de radiografía industrial son un método de inspección no destructivo que utiliza radiaciones para comprobar la condición interna de una estructura. Para ello se proyectan haces de radiación electromagnética ionizante, los cuales pueden ser de rayos x o de rayos gamma. La naturaleza penetrante de la radiación genera una imagen clara de cualquier daño o falla en la estructura interna del material.
Las estructuras metálicas están expuestas a la acción de agentes externos, los cuales con el paso del tiempo pueden desencadenar patologías como:
Para evitar la degradación de las estructuras mecánicas se pueden llevar a cabo varios tratamientos de conservación y protección para aislar su superficie con técnicas como:
Lo más importante para garantizar la correcta conservación de una estructura metálica es llevar a cabo un buen mantenimiento:
Por lo tanto, el mantenimiento de una estructura metálica es fundamental para alargar lo máximo posible su vida útil y evitar que aparezcan daños o fallas que puedan degradar su capacidad portante. Lo ideal es llevar a cabo un programa de inspecciones periódicas que tenga bien definidos los principales puntos de control y, en caso de que fuera necesario, se desarrollarían planes de acción correctivos.